Atención Integral a la Primera Infancia y Educación Artística
La Atención Integral a la Primera Infancia (AIPI) enmarca una serie de políticas públicas que tienen como propósito brindar una educación inicial de calidad a niños y niñas menores de 5 años; de tal forma que la educación preescolar asegure el acceso y permanencia de los niños a una serie de servicios que a su vez garanticen la prestación de derechos básicos como el cuidado, atención, nutrición y salud.
En ese sentido, la labor del auxiliar de preescolar será promover una educación en que se desarrollen los estímulos suficientes para un adecuado crecimiento, desarrollo y aprendizaje. Así, podemos plantear el uso de la Educación Artística como un aliado para el trabajo del auxiliar de preescolar, pues allí puede nutrir competencias claves en el desarrollo cognitivo de los niños.
La AIPI ha sido propuesta como el punto de partida para reconocer la primera infancia como una etapa del ciclo vital en la que se establecen las bases para el desarrollo cognitivo, emocional y social del ser humano; allí la Educación Artística nos permite fomentar múltiples habilidades vitales en la etapa de educación preescolar.
Entre estas habilidades, se encuentran la percepción de relaciones sociales como un espacio de interacción entre el niño y su entorno inmediato, los elementos y formas que lo componen; la atención al detalle, la respuesta frente a un cambio de direccionalidad en los procesos y la destreza para desenvolverse en contextos limitados; todas estas, habilidades que el auxiliar en preescolar debe desarrollar en función de la creatividad y la creación constante del niño en su espacio educativo.
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En ese orden de ideas, la integración del arte como eje de la educación preescolar tiene implicaciones cognitivas en las cuales los niños y niñas profundizan el análisis, la reflexión y el juicio crítico; además, para el auxiliar en preescolar las artes sirven como punto de encuentro e integración con otras disciplinas como la historia, las ciencias naturales, las matemáticas, el inglés, entre otras.
Finalmente, el proceso de nutrir la educación preescolar con la experiencia artística y su forma de contribuir a otras disciplinas, ha permitido demostrar el papel fundamental del arte en los primeros años de vida de los niños, resaltando que el desarrollo sensoriomotor, cognitivo, comunicativo y afectivo de ellos crece exponencialmente en cuanto se encuentran con la creatividad y la educación artística, expresada por medio de la música, la pintura, el teatro, el canto o el baile.